El Elder M. Russell Ballar dijo "Grandes cosas se logran por medio de cosas pequeñas y sencillas. Al igual que las partículares de oro que se van acumulando con el tiempo hasta ser un gran tosoro, nuestros actos de bondad y de servicio pequeños y sencillos se acumularán para crear una vida llena de amor hacia nuestro Padre Celestial, de dovoción a la obra del Señor Jesucristo, y de un sentido de paz y alegría cada vez que nos acerquemos con amor el uno al otro".Conferencia General Liahona Mayo del 2011.
Hay una escritura en la biblia en 1 Corintios 13:4–7 que dice "La caridad es sufrida, es benigna; la caridad no tiene envidia, la caridad no se jacta, no se envanece; no se comporta indebidamente, no busca lo suyo, no se irrita, no piensa el mal; no se regocija en la maldad, sino que se regocija en la verdad; todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta."
El Salvador quiere que todos reciban Su amor y que lo compartan con los demás. Él declaró a Sus discípulos: “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis los unos a los otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tenéis amor los unos por los otros” (Juan 13:34–35). En sus tratos con sus familiares y con otras personas, los seguidores de Cristo consideran al Salvador como su ejemplo y se esfuerzan por amar como Él ama, con compasión, paciencia y misericordia inagotables.
El profeta Mormón enseñó: Por tanto, amados hermanos míos, si no tenéis caridad, no sois nada, porque la caridad nunca deja de ser. Allegaos, pues, a la caridad, que es mayor que todo, porque todas las cosas han de perecer; pero la caridad es el amor puro de Cristo, y permanece para siempre; y a quien la posea en el postrer día, le irá bien. Por consiguiente, amados hermanos míos, pedid al Padre con toda la energía de vuestros corazones, que seáis llenos de este amor que él ha otorgado a todos los que son discipulos verdaderos de su Hijo Jesucristo; para que lleguéis a ser hijos de Dios; para que cuando él aparezca, seamos semejantes a él, porque lo veremos tal como es; para que tengamos esta esperanza; para que seamos purificados así como él es puro. Amén"(Moroni 7:46-48)